Este miércoles, el ex ministro Tareck El Aissami alertó que “estamos
empezando a desarmar una red de mafias y corrupción que compromete a
otros dirigentes de Primero Justicia”.
El Aissami consideró que la del TSJ “es una decisión que acompañamos y respaldamos. Se ha hecho justicia. Se acabaron los tiempos de impunidad, sobre todo para esta burguesía amarilla putrefacta que pretende erigirse como referente democrático y moral, cuando sabemos que desde su origen sus dirigentes están comprometidos con hechos de corrupción”.
Recordó que Mardo “es un servidor público, es diputado a la Asamblea Nacional, por lo que no puede recibir fondos” de ningún tipo, independientemente del fin que haya dado al dinero. “Está totalmente prohibido en la Ley contra la Corrupción, es un delito grave”. “Lo que existe detrás de Mardo es un hecho aberrante, es una cosa asquerosa”, opinó. En este sentido, llamó a Mardo “el Pablo Escobar Gaviria del siglo XXI”.
Se preguntó “¿Por qué a Caldera (los dirigentes de Primero Justicia) lo patearon y a Mardo lo protegen? ¿Qué sabrá Mardo?”. Luego aseguró que “si él habla y dice lo que sabe más de uno ellos (sus conmilitones) quedaría comprometido”.
El ex ministro alertó que “estamos empezando a desarmar una red de mafias y corrupción que compromete a otros dirigentes de Primero Justicia”. Aseguró que las empresas que le depositaban el dinero a Mardo son contratistas de obras en Miranda, siendo él un diputado de Aragua”.
Eso le hace intuir que Henrique Capriles Radonski estaría involucrado, al menos en grado de complicidad. Aseguró entonces que los empresarios tendrán que responder a la justicia.
Relató que Julio Borges, en conversaciones privadas con Carlos Ocariz y otros militantes de la tolda política opositora, ha alertado que Mardo estaba vinculado a hechos de corrupción, pero “ahora sale a defender lo indefendible”. “Es apenas la punta del iceberg de una burguesía putrefacta y corrompida”, expresó.
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